Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
Un misterioso sol amanecía.

José Hierro

lunes, 26 de noviembre de 2012

Nacidos para perder


La televisión es una gran invento, hay mierda, demasiada probablemente, pero también cosas interesantes, creo que hay bastantes canales para que cada uno se fustigue la neurona  como le plazca, el que quiera peli, tiene pelis, el que quiera fútbol, fútbol, el que quiera tele caca se va a hartar, también hay buenos documentales, series que no están mal y programas concurso que se dejan. Otra cosa son los informativos, antes eran telediarios, ahora los informativos se han convertido en programas de variedades, en los que te cuentan al mismo tiempo que  Cristiano Ronaldo está triste porque le duele el juanete, que Siria ha atacado una aldea rebelde y ha matado a diez niños que estaban jugando, que el nuevo Ferrán Adriá de turno desestructura los huevos fritos con chistorra en vaso de chupito de puta madre, que los niños de Sahel se mueren de hambre, que los triunfitos triunfan, que una familia ha sido desahuciada y que la última colección de un modisto muy moderno es la pera limonera. Todo junto para que las desgracias duelan menos, para que la cosa sea menos dramática y más entretenida, que estamos comiendo hombre. Supongo que la televisión es un reflejo de la sociedad, del mundo en el que habitamos, probablemente no podemos esperar mucho más de ella. También es muy golosa para los que tienen el poder, sean del color que sean, el intento del poder por controlar los medios de comunicación es tan viejo como la imprenta.  Yo me conformaría con que la televisión entretuviera sin embrutecer, divulgara sin adoctrinar, e informara sin desinformar, soñar es gratis claro.
El caso es que ayer haciendo zapping sin rumbo fijo me tropecé con un peliculón que acababa de empezar, Cowboy de medianoche de John Schlesinger, nada menos. Cuando la enganché empezaba a sonar el temazo de Harry Nilsson mientras Joe salía de su apartamento hecho un pincel con su atuendo de cowboy. Me quedé.
Joe Buck vive en un pueblecito de Texas, y es, aparte de un buen tipo, un palurdo, un soñador y un ingenuo. Pero tiene buena planta, y cree que eso, unas botas camperas, una chupa a lo Buffalo Bill y un sombrero tejano, serán más que suficientes para romper bragas a discreción en la ciudad de Nueva York y triunfar como gigoló. Porque lo que quiere Joe, es ser un vividor, vivir de las mujeres..., el tío lo tiene claro, ha echado sus cuentas, "Allí hay muchas mujeres ricas Ralf, te lo piden y te pagan por ello, los hombres son maricas casi todos", le dice  a su compañero cuando va a despedirse del restaurante en el que trabaja como lavaplatos, menudo figura. El bueno y bien dotado de Joe  mete sus pocos bártulos en una maleta y pone rumbo al este dispuesto a cumplir su sueño, pero Joe, aunque no lo sabe, es un perdedor, un hombre sin estrella  que  se estrella al rato de  llegar a la city. Sólo y sin un duro encuentra la compañía de  un grasiento lisiado que se gana la vida como timador y raterillo y que ha contribuido a su propia ruina. La peli aunque invita al descojone en más de una ocasión es dura, sórdida, y al final, conmovedora. Una película sobre la soledad y el desarraigo, pero sobre todo sobre la amistad, y sobre la necesidad , más que de amar, de sentirse querido y cuidado.  Se estrenó en 1969, y es un retrato sobre la sociedad urbana neoyorquina de la época, una sociedad que niega a muchos el manido sueño americano condenándolos a vivir al margen. La contracultura, el hipismo, la psicodelia, la liberación sexual y los estragos de La Guerra del Vietnam están presentes en todo el film. Geniales John Voig  y Dustin Hoffman, sobre todo el primero, en su papel de paleto tejano, de  niño grande  llegado a la gran ciudad, y genial la banda sonora, sobre todo el conocido tema central de la  misma. De lo mejorcito de los sesenta en mi opinión. Tenéis que verla o reverla.
Cuando terminó la peli me quedé pensando en el juego que dan los perdedores en el cine, siempre me han gustado más las películas de antihéroes que de héroes, no sé muy bien por qué. Prefiero al Deckard de Blade Runner que al Indiana Jones de En busca del arca perdida, al Travis de Taxi driver  que al Lorenzo de Arabia de Lawrence de Arabia, y me gusta más Grupo Salvaje que Los siete magníficos. El tema del perdedor ha estado siempre muy presente en la historia del cine, especialmente en el norteamericano que se hizo en los años 60 y 70, el inadaptado, el condenado al fracaso, el malo, el tipo que vive el margen, un filón. El buscavidas, La leyenda del indomable, Taxi driver, El rey del rodeo y ésta son sólo algunos ejemplos. Entre las de perdedores las hay más y menos duras claro, la más dura de las que he visto es con diferencia Leaving Las Vegas, tela.  Con la literatura me pasa lo mismo, dos de mis personajes literarios favoritos son Don Quijote y Jean Valjean, Don Quijote es un héroe pero del fracaso.
Después de Cowboy de medianoche seguí zapeando y me tropecé con uno de tantos programas que se dedican a hacer casquería con la miseria ajena, hablaban de Poli Díaz y del último episodio de su descenso. Hace unos días, Poli Díaz  ingresó en un hospital tras recibir dos navajazos en una reyerta.  La vida del Potro de Vallecas podría ser el guión de varias de las mejores y más duras películas de boxeo que se han hecho. Salido del arrabal, triunfó como boxeador en España y en Europa llegando invicto después de 32 combates a competir por el título de campeón del mundo contra Whitaquer en 1991, todo un acontecimiento deportivo en España, que volvía a sacar al boxeo de la “clandestinidad” y a colocarlo en la actualidad deportiva, la cosa duró poco. Poli perdió a los puntos contra Whitaker en 1991, y desde entonces no ha dejado de caer, se fundió todo lo que había ganado en juergas aliñadas con drogas, mercenarias del sexo y mucho alcohol, cuando se le acabó la pasta y desaparecieron los amigos, se enganchó a la heroína se compró una tienda de campaña y se fue a vivir a Las Barranquillas. Últimamente parecía rehabilitado, pero la delincuencia y las drogas siempre acaban tirando de él. La antítesis de Poli Díaz es Javier Castillejo, que después de ser dos veces campeón del mundo se retiró y vive con su familia del gimnasio que regenta en Parla. Lo que consiguió Javier Castillejo a nivel deportivo es mucho más difícil que lo que  ha conseguido Nadal o los de la roja, sin embargo Castillejo es mejor tratado y considerado en Inglaterra en Alemania o en Francia que en su propio país al que representó siempre con orgullo y nobleza cuando peleaba. Pero en fin, esa es otra historia.
En el cine de boxeo abundan las historias de perdedores, el ascenso y la caída de los condenados al fracaso, el sueño convertido en pesadilla, las historias de campeones en el ring y fracasados en la vida.
Estos días he estado leyendo Tres historias de boxeo, y El gran combate de Jack London, y la verdad es que son una maravilla, Julio Cortázar al que también estoy leyendo a ratos últimamente, era muy aficionado al boxeo y tiene unos relatos cojonudos sobre el pugilismo,  no perdáis de vista Torito, El noble arte o Lucas.
.

Os dejo que de tanto hablar de los perdedores me han entrado ganas de  leerme alguna hazaña del perdedor por excelencia; el ínclito, el maravilloso, el invencible,  Don Quijote de la Mancha.



Ficha de Cowboy de medianoche aquí.http://www.filmaffinity.com/es/film906560.html

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La guerra civil, los libros y yo.


Lo primero que leí sobre la guerra civil fueron las novelas de José María Gironella, Los cipreses creen en Dios, Un millón de muertos  y Ha estallado la paz, hay una cuarta entrega que cierra lo que sería una tetralogía sobre la guerra que se titula Los hombres lloran solos que no he leído. Los tres primeros aparecieron entre 1953 y 1966  y fueron auténticos best sellers, y aunque no hay que olvidar que fueron publicados en una época en la que la historia sólo la contaban los vencedores, estos libros, con su mayor o menor objetividad, con sus defectos y virtudes, fueron esclarecedores para mí y me sirvieron para empezar a sacudirme mitos y tópicos alimentados por opiniones de otros, batallitas de sobremesa y pelis varias. Gracias a estas novelas empecé a interesarme por un tema del que siempre había escuchado hablar a mis padres y abuelos muy de refilón, y descubrí que yo tenía un criterio muy distorsionado del asunto, bueno, distorsionado no, realmente no tenía criterio ninguno, lo que tenía eran opiniones basadas en lo que comento unas líneas más arriba. Antes de leer nada sobre la guerra civil, yo tenía la idea de que los bandos eran homogéneos, pensaba que por un lado estaban los militares que se habían levantado contra la república, y que en este bando, sólo había fascistas con el pelo engominado, bigotillo y botas relucientes, todos, sin excepción, eran muy malos. También pensaba que en el bando republicano sólo había libertarios con alpargatas que escribían poemas, todos sin excepción eran muy buenos. Este fue el primer tópico del que me curé cuando empecé a leer sobre la guerra civil.  En el bando nacional que se había formado a raíz del levantamiento de los militares contra el gobierno de la república, no sólo había fascistas y militares, de hecho hubo militares que no se sumaron al alzamiento, también había monárquicos, tradicionalistas y gente liberal con ideas más conservadoras. En el bando republicano, además de defensores de la república, socialistas y demócratas, había comunistas y anarquistas que lo que buscaban no era volver a la democracia republicana asaltada por sublevados, sino la revolución. Aquello era un carajal.
El debate sobre si la guerra civil fue una guerra fraticida o una guerra de clases que arrastra sus consecuencias hasta hoy, sigue abierto para muchos.
En mi último año en la universidad me matriculé de una asignatura optativa que se llamaba "La España actual", la impartía  Francisco Montero, y el programa comenzaba con la guerra civil, "La guerra civil y la gestación del franquismo" se titulaba el primer tema, y terminaba con los últimos gobiernos de Aznar, "Lo gobiernos del Partido Popular 1996-2004". España actual fue una de las asignaturas que más me entusiasmó de la carrera, y una de las que más me curré, saqué un 8,5, todo un record para mí que siempre fui un estudiante entre malo y ramplón. No me perdí una clase, acudí a casi todas las tutorías, y me leí buena parte de los libros de la bibliografía. Desde entonces vuelvo de vez en cuando al tema leyendo ensayos y novelas sobre la guerra civil, la dictadura de Franco y la transición. Francisco Montero, en sus clases,  proponía un ejercicio muy interesante cuando abordamos el tema de la guerra civil, nos invitaba a hacer un salto en el tiempo, y a preguntarnos donde nos habríamos colocado nosotros el 18 de Julio de 1936 teniendo en cuenta la posición social de nuestras familias. Las adhesiones más que con la ideología, que también, tuvieron mucho que ver con las circunstancias particulares de cada uno, unos buscaban mejorar sus condiciones de vida, otros, conservar sus privilegios, otro factor que influyó fue el miedo, el perfil político o social de uno podía ser un pasaporte para vivir o para que le fusilaran en función de si se encontraba en Madrid o en Sevilla. Pero en fin, no es mi intención hacer aquí una entrada sobre la guerra civil, esto es no es un blog de historia, y no soy perito en la materia, sólo un pionero que ha leído algunos libros sobre el asunto. Se trata de recomendar o señalar algunos de los libros que me han ayudado a sacudirme mitos, tópicos y maniqueísmos simplistas. Anoto aquí algunos de los que he leído y recomiendo, y admito, es más, pido recomendaciones.



-La forja de un rebelde. Arturo Barea (1940-1945): Trilogía autobiográfica de Arturo Barea. En la primera entrega La forja, Barea cuenta su niñez y su adolescencia en el Madrid de principios de siglo, en La ruta cuenta su experiencia en Marruecos, donde participó en la guerra contra las rifeños, la tercera entrega La llama, es la que se centra en la guerra civil, sobre todo en el Madrid sitiado por las tropas nacionales. Las tres entregas se pueden leer por separado, pero yo recomiendo leerlas por orden, son un fresco sobre la primera mitad del siglo XX español. Muy recomendable.

-Homenaje a Cataluña. George Orwell (1938): Orwell narra su experiencia como miliciano en el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) de Barcelona, y cuenta, entre otras cosas, como vivió las lamentables condiciones en las que se encontraban las milicias cuando él llegó a Barcelona, sin armamento, ni organización ni equipo, unas milicias en las que la indisciplina y la desorganización campaban a sus anchas. Orwell luchó en el frente de Aragón, y resultó herido, también participó en los acontecimientos de Mayo del 37 en Barcelona.La novela no tiene desperdicio. Hay una edición en Tusquets titulada Orwell en España que además de Homenaje a Cataluña incluye toda la correspondencia y los artículos relacionados con el paso de Orwell por España durante la guerra civil.

-Días de llamas. Juan Iturralde (1979): Días de llamas es la mejor novela que he leído sobre la guerra civil, sus primeras ediciones pasaron sin pena ni gloria, y la novela era prácticamente desconocida hasta que alguien tuvo la brillante idea de volver a publicarla en 2006. La novela se centra en el dilema en el que se ve Tomas Labayen cuando los militares golpistas se levantan contra la República en 1936. Por un lado está su lealtad republicana, por otro sus escrúpulos morales frente a los excesos de los revolucionarios durante aquel verano del 36. Labayen es juez de instrucción en Madrid y pertenece a una familia de clase media, es identificado por  los revolucionarios, y encerrado en una checa donde espera la hora de ser fusilado. Imprescindible.
  

-La noche de los tiempos. Antonio Muñoz Molina (2009): La noche de los tiempos es un fiestón narrativo, una de las mejores novelas españolas que he leído en los últimos años, yo pensaba que la mejor novela de Muñoz Molina era El jinete polaco, hasta que leí ésta que no le va a la zaga. Publicada en plena controversia a cuenta de la Ley de Memoria histórica impulsada por Zapatero, y con la que el autor discrepó, la novela cuenta la historia de Ignacio Abel un arquitecto español que se ve obligado a exiliarse en EEUU en octubre del 36. Durante su viaje al exilio Abel recuerda su amor clandestino con una norteamericana y los agitados meses previos a la guerra civil. Por la novela pasan personajes reales; Negrín, Moreno Villa, Bergamín e incluso Azaña. Un lujo. A raíz de la publicación de la novela Muñoz Molina pidió un pacto sobre lo ocurrido en la Guerra civil en el que un comité de expertos elegidos por unanimidad y no por cuotas, explicara sus causas y sus consecuencias. Os dejo abajo un enlace(el primero) sobre este tema.


-Las armas y las letras. Andrés Trapiello (2010): La primera edición es de 1994, en 2010 se publicó una reedición ampliada y revisada. Este ensayo es ya un clásico sobre la literatura en la Guerra Civil. Las armas y las letras no es un libro de historia ni de crítica literaria, más bien es una guía sobre la literatura española durante esos años, sobre el papel que jugaron los escritores y sus obras.

Hay más, muchos más claro, para no aburrir más de la cuenta os dejo algunos más de los que he leído y recomiendo.

-Madrid de corte a checa. Agustín de Foxá.1937.

-Trilogía de Gironella.1953.1966.

-Franco. Juan Pablo Fusi.1985.

-La Guerra Civil española. Paul Preston. 2006.

-El Jarama. Rafael Sánchez Ferlosio.1955.

-La dictadura de Franco. Javier Tussell.1996.

-Historia política 1939-2000. José María Marín, Carme Molinero y Pere Ysás. 2001.

-La Memoria Insumisa. Sobre la dictadura de Franco. Nicolás Sartorius y Javier Alfaya. 1999.

-Los girasoles ciegos.Alberto Méndez.1994.

-Tiempo de silencio. Luis Martín Santos.1962.

Os dejo aquí un par de artículos de interés, sobre la novela y la guerra civil.

http://cultura.elpais.com/cultura/2009/11/23/actualidad/1258930811_850215.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/22/cultura/1300810706.html

Saludos cordiales.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Cine, cine, cine


Lo bueno del cine es que uno se puede meter entre pecho y espalda dos obras maestras en una tarde.  Es una de las ventajas que tiene el cine con respecto a la literatura, por eso algunos consideran que el cine es un arte menor  comparado con el de juntar letras. Consideran al cine, espectáculo, cultura popular,  y a la literatura, arte con mayúsculas o alta cultura, de hecho muchos de los grandes directores de la historia del cine no se consideraban artistas, consideraban lo de hacer películas como un oficio, como algo más técnico que intelectual.  El cine y la literatura buscan lo mismo, contar una historia, la literatura lo hace en un tocho de quinientas páginas, el cine intenta meter ese tocho, esa novela o ese guión en  secuencias de imágenes que duran un par  horas, transformando la palabra, la letra impresa,  en lenguaje cinematográfico.  Menudo jardín, prefiero no entrar y quedarme echando un vistazo desde la verja.  El caso es que hace unos días llegué de currar más cabreado que una mona, y para quitarme el cabreo, bajé las persianas,  encendí el dvd y la tele grande, y me metí cinco horas de ficción en vena que me dejaron nuevo.
Empecé con Rocco y sus hermanos de Visconti. La película cuenta  la historia de la viuda Rosaria Parondi y sus cuatro hijos, y de su traslado desde Lucania, una zona empobrecida del sur de Italia, hasta la próspera  Milán. La idea es escapar de la miseria y aprovechar las oportunidades que ofrece la gran ciudad.  La vida en la ciudad no será  fácil, y los Parondi, acostumbrados a la vida sencilla en el campo, pronto se verán afectados por la marginación, el desarraigo y la degradación moral a los que les somete una ciudad industrializada y en pleno desarrollo como Milán. Rocco encuentra trabajo en una lavandería y Ciro estudia mecánica con la idea de entrar a trabajar en la factoría de Alfa Romeo.  Simone se pone a boxear para ganarse la vida, su sueño es llegar a campeón, pero es débil e influenciable y no se somete a las disciplina del atleta.  Conoce a Nadia, una prostituta de la que se enamora locamente, pero Nadia, harta de su carácter violento le abandona.

Rocco y sus hermanos. Luchino Visconti.1960.









                                                                                                                                                                                         

El drama comienza cuando Rocco empieza a salir con Nadia, en la relación de los hermanos con la chica queda reflejado el carácter opuesto de ambos.  Simone es un tipo violento, un bruto que  trata a Nadia como a una puta, Rocco, es un buen chico, un poco ingenuo quizás, un romántico que intenta sacar a Nadia de la mala vida tratándola como a una dama.  Como os podéis imaginar, al bruto de Simone no le hace mucha gracia que su hermanito se trajine a su ex. Hasta ahí puedo leer sin despellejar este peliculón.  Llevaba años sin ver Rocco y sus hermanos  y me ha recordado mucho a otro peliculón del que ya hable aquí cuando saqué el tema del cine español , Surcos ,  de Nieves Conde, de hecho el argumento es el mismo y las dos películas tratan los mismos temas. Las migraciones interiores que se dieron en Europa en los años 50, desde el campo a la ciudad en busca de una vida mejor, y los contrates entre un mundo y otro, la lucha por mantener a la familia unida en un contexto en el que el individualismo manda. En ambas películas “la vida moderna” pasa factura desintegrando a la familia. Rocco y sus hermanos sigue la corriente neorralista de El ladrón de bicicletas de Vittorio de Sica, y de Roma, ciudad abierta de Roberto Rossellini. Una obra maestra imprescindible para cualquier aficionado al buen cine.
Después de Rocco y sus hermanos como tenía tiempo y ganas me puse El perro rabioso de Akira Kurosawa, cine negro del bueno pero japonés, con su detective con sombrero y cigarro, sus claroscuros, su pistola y su cabaretera claro, faltaría más.
Estamos en el Japón devastado por las consecuencias de la segunda guerra mundial, donde la delincuencia la corrupción y la violencia campan a sus anchas. Murakami es un poli novato al que le han robado la pistola en un autobús, intenta recuperarla por su cuenta pero es un pardillo en el oficio y no da pie con bola. Pronto se descubre que su pistola ha sido utilizada en varios atracos en los que han muerto dos personas, el departamento asigna el caso a Sato un veterano policía, y nombra ayudante a Murakami que se siente culpable por los crímenes. A medida que la investigación avanza Murakami y Sato van trazando el perfil del asesino, no es un gangster ni un atracador porfesional, es un joven veterano de guerra al que han robado el petate al volver del frente y que vive en la miseria, esto plantea un dilema moral en el novato policía, que se siente identificado con el delincuente. El perro rabioso aunque es cine negro, tiene un claro trasfondo neorrealista. Otro genio Kurosawa, un día de estos le voy a dar otra vuelta Dersu Uzala.
El perro rabioso. Akira Kurosawa.1949.

Es curioso que Rocco y sus hermanos y El perro rabioso en apariencia películas tan distintas tengan tanto en común, las dos son un testimonio social de su tiempo, una de la Italia de principios de los años 60 y la otra del Japón de la posguerra, y las dos, aunque de forma diferente, tratan el tema de la maldad, de la degradación moral del individuo en circunstancias adversas, planteando la pregunta de si el delincuente, el malo, nace o es fruto de las circunstancias. Simone es un noble bruto cuando baja del tren en Milán recién llegado del terruño, un inocente en apariencia incapaz de matar a una mosca, el hambre,  el alcohol y las malas compañías sacan lo peor de él.  En el caso del atracador asesino de El perro rabioso acurre algo parecido, a Shinyiro Yusa le roban su petate con todo lo que tiene cuando vuelve del frente y se ve obligado a subsistir en un Japón emprobrecido y envilecido por la guerra. Dos peliculones a reivindicar, que tienen mucho que decir en los tiempos que corren.  Visconti, Kurosawa y el neorrealismo no están muy de moda últimamente, probablemente porque lo crudo no interesa,  lo queremos cocinado, salpimentado y ligerito, no nos vayamos a atragantar.
Saludos cordiales.

-Ficha de Rocco y sus hermanos aquí: http://www.filmaffinity.com/es/film927129.html
-Ficha de El perro rabioso aquí: http://www.filmaffinity.com/es/film801483.html